sábado, 9 de agosto de 2014

Capítulo 36 -Desearás estar muerta, y no pienso darte esa ventaja.

Llevé a Lucas/Luis a dar una vuelta. Le conté que mi tía tenía un problema en nosédónde y que le pasaba noséqué, él no dudó en creerme. Eso me dolió más.
Nos sentamos en un banco de madera que había en frente de un parque, yo no sabía si mis amigos seguían allí solo quería decidir qué hacer. O mejor dicho decidir no hacer nada. 
Mientras hablábamos de que la sanidad pública está muy mal, su móvil sonó. Me fijé en todas sus facciones. Su cuello se tensaba, sus ojos se entrecerraban, sus manos tenían casi imperceptibles temblores, pero seguía teniendo una sonrisa. 
-Disculpa, tengo que cogerlo. Será del trabajo.
Pensé muy rápido, o no pensé. 
-No, hoy no. No será nada urgente. Por favor. 
-Pero Cristal...
-Lu...cas, por favor.- Casi se me escapó Luis. 
-Vale, princesita. 
Le besé en los labios, intenté parecer cariñosa, pero me pasé. Y algo en su entrepierna se endureció, estaba bloqueada. 
-Lui... Digo Lucas. -Y justo en ese instante, en ese mismo segundo fue cuando absolutamente todo cambió. Justo en ese, os lo juro. 
-¿Me has llamado Luis?
Sus puños se cerraron, se levantó del banco y me miró con una cara de desconocido que me caló en el alma.
-Sí, es que el médico de mi tía se llamaba Luis. -Sé que soy el colmo del ingenio,sí. Y contraataqué. -¿Quién te ha llamado? 
-Sería alguien del trabajo, no me he fijado.
-Sí lo has hecho. 
-¿Qué te pasa? ¿Estás celosa? -Fue un comentario algo agridulce, sonó meloso pero también desconfiado. 
-Quizá. Es que me preocupé con lo del otro día... 
-¿La chica? 
-Sí. 
-Cristal, por favor, créeme... No es nada.
-No puedo creerte, también me ocultas quién te llama... No soy tonta.
-Creo que estás siendo algo posesiva.
-Yo creo que no, teniendo en cuenta lo que acaba de pasar. No te pido explicaciones, solo sinceridad. Si me dices que te llama una chica, no te voy a acribillar, solo es saber quién es.
-Suenas a novia celosa.
-Luis, basta de juegos.
-¿Perdón?
-Vi tu e-mail, y la chica te habló de una manera... No parecía una chica de una noche.
-¿Tantas vueltas le vas a dar a eso? Tengo muchas cuentas de e-mail, igual que cualquier persona que se hace cuentas en páginas. Y sí, me acosté con una tía de una noche, no creo que eso sea un pecado... ¿No? ¿Qué te crees que soy otra persona? Joder, estamos juntos desde hace lo suficiente para que te enteres de ese tipo de cosas.
-No pienso cosas de telenovelas, pero me da la sensación de que puedes haberle hecho lo mismo que a esa chica a un montón. Porque puedes tener cien cuentas pero solo se guardan las que usas con frecuencia y si llevamos "lo suficiente" no sé cómo puede estar ahí... Por otra parte realmente no sé nada de ti, nos hemos dedicado a ser un amor de comedia romántica. Conozco lo que me gusta de ti, y tú de mí solo lo que yo he querido que conozcas.
-¿Todo esto ha sido por eso? ¿Por eso anoche te fuiste? -Su cara me miraba de una forma tan dura e implacable... No parecía que tuviese opción a decir algo que creyese, supongo que igual que yo. -¿Dónde estuviste? ¿Con otro tío?
-¿No era yo la posesiva?- Solo buscaba una ventaja para pensar y poner mis pensamientos en un orden lógico. Era cierto que yo me había hecho millones de e-mails diferentes, pero también era cierto que él los tenía casi como ocultos. También que no sabía nada de él, ni de la gente de la que estaba rodeado. Estaba hecha un lío.
-Hombre, teniendo en cuenta que Alex está en la esquina en la que hay un bar que se llama Bar Plaza Europa pues sobreentiendo la situación. Te ha puesto en mi contra... ¿No?- Se tensó mucho, en sus ojos brillaba la cólera, la ira... Nunca lo había visto tan enfadado.-¡No te quedes callada! ¡Dilo! ¡Te lo has tirado!
-No. No lo he hecho. Él no tiene nada que ver, ha venido a España  y nos encontramos. Pero nada más. Mírame a los ojos, nada más.-Me mostré tan distante que parecía que yo estaba en el meteorito B16 y él en la tierra. Era como si mi corazón se hubiese marchitado, no sentía nada. Entonces el teléfono volvió a sonar y del susto el móvil, cuando miré quien llamaba... No hay palabras para describir la fuerza que entró en mi cuerpo, el ardor de mi cara... Cogí el móvil y respondí. Entre el primer tono de llamada y el segundo pasó todo esto, teniendo en cuenta que soy pequeñita pero no muy fuerte, era casi un milagro haberlo cogido, y no haberme matado por el camino porque al mismo tiempo LUIS intentaba cogerlo.

-¿Luis? Cuantas veces te he dicho que no me hagas esperar, soy más importante que todo lo que estés haciendo.
Mi cabeza en ese momento iba a estallar, Luis estaba mirándome con una cara entre la resignación a ser pillado y el miedo. Ya no era más Lucas. Y estaba ahí, parado. Quieto. Como una puta estatua de piedra sin decir ni hacer nada.
Por mi mente pasaron dos ideas, darle un corte a Sophí o seguirle el juego haciéndole pensar que era Luis. Él estaba delante gritaría que no era.
-Lo siento Sophí, Luis está ocupado. ¿Prefieres que te pase a Alex? Está aquí en un bar. O a la policía para explicarle porque un hombre que vive conmigo al que yo llamo Lucas tú llamas Luis. Lo digo porque no sé en Italia pero en España la suplantación de personalidad está prohibida.
La cara de Luis era un poema, y no veía la de Sophí, pero estaba convencida de que se habría quedado con una cara de estúpida. Bien merecida, claramente.
Después de unos dos segundos de silencio Luis se giró y se fue corriendo como si fuese una persona que vende en la manta. Me quedé mirándole irse, no fui capaz de gritar, ni de correr tras él. Cuando Alex e Ismael vieron a Luis correr se levantaron rápido con las chicas y se sentaron en el banco que tenía delante. Empezaron a preguntarme, pero con una mano hice que se callaran. Al otro lado del teléfono Sophí respiraba con agitación y habló.
-No puedes vincularme con él. Denúncialo si quieres, ya conoce todo lo que debe hacer en la cárcel para sobrevivir. Yo soy importante Cristal, no tienes ninguna posibilidad de nada. No tienes ni idea de lo divertido que ha sido... ¿Te creías en serio eso de nos conocemos por casualidad y nos enamoramos? Da gracias a que una vez te ha salido medio bien... Pero Alex es alguien de valor, Cristal, y no tardará en aburrirse de su aventura con una niñata.
-¿Mandaste a Luis hacerse pasar por Lucas para entretenerme y que te dejara el camino libre?
-¿Yo? Niña, ¿De verdad crees que me hace falta entretenerte para ganarte?
Me senté en el banco porque sentí que me mareaba.
-¿Entonces qué?
-¿Qué te crees que soy ? ¿Una villana de película de dibujos animados? No voy a contarte lo que pasó. No eres más que una cría que ha estado demasiadas veces en el lugar equivocado en el momento indicado.
-¿Cómo puedes ser tan vil? Estás completamente muerta por dentro. No te tengo ninguna envidia, has contratado a un tipo para que se haga pasar por alguien enamorado y te preguntas aún ¿Por qué me eligió a mí?-Mientras yo intentaba tranquilizarme para no tirar el móvil y romperlo en mil pedazos, Ismael fue a hablar con la policía.- Eres una hija de puta, te compadezco. Tan sola y muerta te debes sentir para hacer estas cosas... Desaparece de mi vida, y de la de Alex, porque te juro que si te vuelvo a ver, desearás que te mate, y no te daré esa ventaja.
-JA JA JA, no te preocupes niña, ya no me interesas lo más mínimo. Dime, solo por curiosidad, ¿Vas a hablar con la policía para contarle qué exactamente?
-Ya lo han hecho, que una mujer contrató a un hombre que usurpó una identidad para hacerme la vida imposible.
-¿Ya lo has hecho? Muy muy bien... Ahora mismo, cariño, eres cómplice de un asesinato. Besos.
Y colgó. Y a mí el teléfono se me cayó al suelo, y yo con él.